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jueves, 30 de diciembre de 2010

Tras bambalinas literarias de un extraño libro…

Deseo compartir uno de los recientes textos que he escrito durante los días de asueto. En notas anteriores explico lo que estas horas han representado para mí -para bien, y para mal-. Los proyectos literarios son tantos, que frecuentemente pienso que no tendré suficiente vida para verlos concluidos. Uno de los libros en los que trabajo, es una exploración personal en torno a la Arquitectura y la Literatura. Este proyecto lleva gestándose dos años, y cada día se vuelve más sólido y maduro. Las líneas que en él escribo son fragmentos de momentos temporales y espacios materiales que quedan grabados a lo largo de mi vida en instantes pétreos que trastocan y transforman mi ser y mi sentir.

Es el único de los libros -hasta el momento- dedicado a una personal en especial. Luis Enrique. No quiere decir que todos los textos hablen de esa persona, no señor. En las líneas se dibujan tantas almas como aquellas que han tocado mi espíritu [como es el caso de estas líneas en particular]. Es sólo que decido agradecer a Luis por haberme obligado a sacar este proyecto a la luz de mi consciencia.

No hablemos más… Les dejo con sólo un fragmento del texto que he titulado: `Leo, luego escribo´.

[…].

Leo, luego escribo.

Miro con atención el brillo de tus ojos, traspasando tu pupila para asomarme al interior de tu espíritu, y hallar verdades latentes aún no reveladas.

Gracias a ti, que compartes la paleta de colores que forma a tu existencia. Agradezco los hermosos textos que a cada momento escribes con la esencia de cada sentimiento que veo nacer y crecer desde el interior de tu pecho hasta el brillo de tu aura, y de tu lira.

[…].

Leo, luego escribo.

Porque soy diferente al resto. Suelo soñar, no para el descanso, sino para leer entre líneas en medio de esas circunstancias que incitan, y que no comprendo a pesar del esfuerzo de mantenerme con vida.

Porque en medio de los sueños encuentro los conceptos y significados para esos textos no entendibles durante la presencia de los días.

Leer es descubrir esos designios universales, que todos saben que existen, pero en los que nadie, jamás, deposita su confianza, por temor a escribir el más perfecto de los libros.

[…].

Leo, luego escribo.

Leer es aprender a quererte sin rencor, sin condiciones. La lectura es la habilidad que tiene el Hombre para mirar, para entender y comprender por completo al Universo, su fuerza, su magia, el mensaje implícito en tu vida, o en la mía.

Escribir, por el contrario, es mirar más allá de ese complejo horizonte. Es querer ir más lejos que las simples letras y palabras.

Es ser tonto al pensar que yo tengo algo que decir, que compartir al mundo, pero que no soy capaz de compartir contigo, por todos aquellos sentimientos que estúpidamente, en mis adentros, anido.

[…].

Por eso, simplemente…

Leo, luego escribo…

Escucho: Possession [from Harry Potter and The Order of The Phoenix] / Nicholas Hooper.

1 comentario:

  1. WenÍsSimos...troZos de alma ehh! ;)
    Que boNiToo seee! Un abrazo. =)
    MeRa

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